La historia mexicana desde sus movimientos sociales de izquierda

 

  • Es la segunda entrega de la colección La izquierda mexicana del siglo XX. Movimientos sociales
  • Su compilador, Joel Ortega, pretende que el libro guíe a los lectores por los fenómenos políticos y sociales del siglo pasado
  • Personajes como Sara Lovera, Citlali Martínez Cervantes, Porfirio Muñoz Ledo y Jorge G. Castañeda colaboran con ensayos

En los libros preservamos la memoria de los acontecimientos que nos han marcado como sociedad, no sólo como ejercicio de memoria o reconocimiento, sino como manera de reflexionar y aprender sobre nuestra historia desde el contexto en que se lee; es por eso que el segundo libro de la colección “La izquierda mexicana del Siglo XX”, es un ejercicio necesario para entender la tradición de la organización de trabajadores y ciudadanos para impulsar cambios necesarios para una mejor calidad de vida.

En el primer tomo, que tuvimos el placer de presentar en el 2014, se hacía una revisión cronológica de algunos de los momentos que definieron a los distintos movimientos de izquierda que surgieron en México durante cerca de cien años, el propósito de esta segunda obra, coordinada por el militante político, profesor y analista Joel Ortega Juárez, es el de “guiar” a los lectores a través de los “mares revueltos” producto de las guerras, tensiones políticas internacionales, procesos de formación de una cultura nacional, descubrimientos científicos y vanguardias artísticas que llenaron de incertidumbre al mundo durante el siglo XX.

Es por eso que esta segunda entrega de la colección “Movimientos sociales”, se conforma

por más de cuarenta ensayos escritos por estudiosos o actores centrales de movimientos políticos y sociales de gran importancia para la historia de nuestro país. La intención primordial es la ofrecer una plataforma a la gente que por su participación o su profundo interés en el tema pueda ofrecer información de primera mano sobre las razones que llevaron a los integrantes de cada movimeinto a unirse, pero también a quienes por su cercanía han desarrollado una visión crítica de los objetivos que perseguía cada grupo y los métodos empleados para llevar a cabo estas protestas y cambios.

El punto de partida (como advierten que será en otros títuos de la colección) son los años previos a la Revolución Mexicana, cuando se dieron actos atroces como la brutal represión a los huelguistas de Río Blanco, y de ahí se avanza a momentos importantes como el movimiento cultural post revolucionario, la formación de sindicatos, las luchas feministas para ganar el voto y otros derechos, las huelgas de médicos y ferrocarrileros en los años 50s y 60s, los movimientos estudiantiles y sus respuestas tras la brutal represión gubernamental, la organización de ciudadanos tras el sismo de 1985, la creación del Partido de la Revolución Democrática y las luchas electorales de años recentes, hasta llegar a nuestros días, con movimientos encabezados por nuevas generaciones como el #YoSoy132, la huelga del Instituto Politécnico Nacional del 2014 y la reacción para exigir justicia para los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

En todos estos textos de personajes como Sara Lovera, Citlali Martínez Cervantes (participante del movimiento estudiantil michoacano, previo al capitalino de 1968), Porfirio Muñoz Ledo, Jorge G. Castañeda y el propio Joel Ortega revisan victorias y graves sacrificios por parte de quienes participaron, pero también las transformaciones complejas que fueron logradas en consecuencia de estas iniciativas.

Como señala Arturo Martínez Nateras, coordinador de la colección y del proyecto, en la presentación de este título: “Estoy convencido de que en la interpretación de la historia, en el rescate de la memoria se libran batallas políticas fundamentales”.

Es por ello que este libro, parte del proyecto “La izquierda mexicana del siglo XX” (que el año pasado significó la organización de un coloquio multidisciplinario en la Ciudad de México) nos recuerda que el proceso de transformación de nuestro país es largo y continuo, que se mantiene vivo a través del reconocimiento de la historia de las luchas sociales y de quienes han sido parte de estos esfuerzos para  transformar nuesto país ganando libertades y derechos para sus ciudadanos.